El cultivo del lino (Linum usitatissimum) ha sido de gran importancia en el País Vasco, donde el lino vasco competía con lienzos del Reino Unido, Francia e Italia en los siglos XVI y XVII. Aunque durante años se ha quedado en el olvido, de nuevo empieza a conocerse. Se trata de una planta que históricamente ha tenido una enorme importancia entre las mujeres rurales y que hoy en día sigue siendo una gran carga simbólica.

El lino es una de las plantas textiles más antiguas de Europa; se ha utilizado desde el Neolítico y es la primera fibra vegetal admitida en la industria textil. No sabemos a ciencia cierta cómo vino la semilla del lino al País Vasco, ni de qué época es seguro, Joxe Miguel Barandiaran decía que hace 4.500 años, durante el Neolítico, se había traído del Cáucaso.

En los siglos XV y XVI el lino dio libertad a muchas mujeres. En los caseríos vascos, desde los 10 años, aprendían a cultivarlo y transformarlo. Fue el sector más próspero hasta el siglo XX, con la llegada de la industrialización y el algodón desapareció.

En el siglo VI, Portugal traía aquí la linacia, la semilla de lino. Y el protagonismo lo tomaba la mujer: sembrar la semilla, cortarla, trabajarla, hacer hilo y tejerla. Todo el proceso estaba en sus manos, incluso venderlo. Los tejedores eran dueños de sí mismos, eso les daba un estatus especial en la sociedad.

El escritor Nicolás Ormaetxea Orixe (1888-1961) habla en su obra de los hilanderos que se reunían de noche en los caseríos. Había toda una vida social alrededor del trabajo del lino. Las mujeres trabajaban al final del día mientras por la noche, tras completar las labores agrícolas habituales, celebraban «cenas de brujas» (cenas de brujas) compuestas por castañas y leche caliente.

Ereiten es un proyecto que apuesta por la producción sostenible de lino ecológico para fibra textil, desarrollado en los años 2021-22 y financiado por el «Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural»:

En colaboración, este innovador proyecto piloto afronta el reto de dar respuesta a una demanda de mercado con potencial de crecimiento, incidiendo en dos variables críticas: la garantía de calidad del cultivo de lino textil y su sostenibilidad.

En resumen, se trata de formar a los productores de fibra de lino ecológico para obtener certificaciones textiles en un futuro próximo, creando un modelo de negocio sostenible que recoja oportunidades de sinergias con otros cultivos, y transferiendo resultados a otras iniciativas para llegar antes y mejor al mercado.

A través de esta web se recogerán y difundirán los materiales, guías y recursos que se han creado en el marco de este proyecto.